Con L de Lia.

Han pasado dieciocho vidas
desde la última vez que te vi reír
y aún no he borrado de mi cabeza
el brillo hiriente de tus pupilas.
He olvidado el olor de tu pelo
en Diciembre y la forma
en que apretabas los brazos
queriendo, riendo en mi oído.
Nos debemos una de esas.

Hoy te veo luchando
por ser Otoño, para perder
las hojas y volver a florecer
creando tu principio,
tu verdadero principio.

Ojalá nunca dejes de luchar, Lía.
Ojalá vuelvas, hoy que estás a nosecuantosmiles de kilómetros, con las flores más bonitas del mundo.
Ojalá pasen dieciocho vidas más y siga buscándote en mis sueños.
Ojalá te encuentres.
Pero, ojalá y sobre todo, llueva mucho pero nunca lo suficiente
como para borrar la huella que dejamos. 

Lía, sigo llevando tu corazón colgado al cuello,

 y qué bonito luce.

Nunca tanto como tú.

Ya te lo he dicho todo,

espero volver a verte pronto.

Y hasta aquí por hoy,

Que tengáis un buen vuelo pajaritos.

Fénix.